El Teatro Auditorio Municipal de Aldaya acogió un emotivo acto que reconoció la labor de trabajadores y voluntarios durante la catástrofe

Valencia, julio de 2025 — El Teatro Auditorio Municipal de Aldaya fue escenario del evento “La Huella Social”, organizado por Clece y la Asociación Corazón y Manos, con el objetivo de rendir homenaje a las historias de solidaridad, entrega y humanidad surgidas tras el paso de la DANA que azotó la Comunidad Valenciana en octubre pasado.

Ante un auditorio de más de 380 personas —entre trabajadores de Clece, representantes de administraciones públicas, entidades del Tercer Sector y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado— varios profesionales compartieron sus vivencias durante aquellos días marcados por la emergencia y la adversidad.

En la foto de portada, Jorge Gómez, Javier Romero y Aroa Galán suben al escenario de La Huella Social para recibir el reconocimiento por su implicación ejemplar durante la DANA. Su compromiso —desde labores de peritaje, entrega de suministros y apoyo a equipos en zonas críticas— marcó una diferencia real en uno de los momentos más difíciles.

La actriz valenciana Iris Lezcano, encargada de conducir el acto, dio paso a los primeros testimonios recordando que “detrás de cada historia de ayuda hay un rostro, una voz, un corazón que ha resistido, que ha cuidado y que también ha necesitado cuidado”.

Uno de los casos más aplaudidos fue el de Mª Carmen Cerezo, encargada del servicio de limpieza en Massanassa, quien trabajó 12 horas diarias durante 24 días consecutivos para devolver la normalidad a su municipio. También se reconoció a José Natividad, responsable de seguridad en el Complejo Educativo de Cheste, quien lideró el cuidado de 800 alumnos que quedaron aislados durante tres días.

Otro momento destacado fue la intervención de la brigada itinerante de limpieza formada por Mª Ángeles, Fede, Óscar, Fran, Juan e Iván, que actuaron con rapidez en centros de salud, espacios públicos y zonas afectadas, demostrando un fuerte espíritu de unidad y compromiso.

Durante el acto se compartieron cifras que reflejan la magnitud de la red de apoyo desplegada por Clece y Corazón y Manos: se movilizaron 57 vehículos con material, 6 generadores eléctricos, 20 motobombas, miles de mascarillas, más de mil pares de botas de agua, además de palas, rastrillos y productos de limpieza. Pero más allá de los recursos materiales, se ofrecieron servicios gratuitos de apoyo psicoemocional y asesoría legal especializada para los trabajadores damnificados.

Vista general del Teatro Auditorio Municipal de Aldaya al inicio de La Huella Social, con más de 380 asistentes preparados para revivir y homenajear las historias de solidaridad vividas durante la DANA.

También fueron homenajeados Jorge Gómez, jefe de servicio en Madrid, por su labor de peritaje y coordinación de ayudas económicas; Javier Romero, técnico de ofertas, por entregar alimentos a compañeros aislados; y Aroa Galán, jefa de servicio, que no dudó en atravesar zonas inundadas para localizar y asistir a su equipo.

Uno de los momentos más emotivos llegó con el reconocimiento a los 21 voluntarios de Clece y Corazón y Manos que, durante el mes de noviembre, realizaron más de 900 llamadas telefónicas a trabajadores afectados. De ese esfuerzo surgieron 23 casos críticos que fueron atendidos con ayudas concretas para la reparación de viviendas, muchas veces incluso con la generosidad de personas que renunciaron a la ayuda para que otros la recibieran.

La brigada itinerante de limpieza —formada por Mª Ángeles, Fede, Óscar, Fran, Juan e Iván— sube al escenario para compartir su intensa labor en los días posteriores a la emergencia, símbolo de entrega, unidad y esfuerzo colectivo.

Conchi y Yousef pusieron rostro a los beneficiarios de la primera fase de estas ayudas, compartiendo valientes testimonios sobre cómo lograron salir adelante. Finalmente, Miguel Ángel Segovia, director regional de Clece en Valencia y Murcia, anunció una segunda fase de ayudas, subrayando que “el compromiso de Clece con las personas afectadas por la DANA continúa firme gracias a una red humana que responde como una auténtica familia”.

“La Huella Social” se cerró entre aplausos y emoción, como un homenaje sincero y merecido a quienes, en medio del caos, decidieron ayudar.