Profesionales de la Fundación Manantial denuncian años de precariedad laboral y exigen condiciones dignas para garantizar una atención de calidad en salud mental.
Esta mañana, 5 de diciembre, profesionales de la Fundación Manantial se han concentrado a las puertas de la sede de Manantial Gestión (C/ Poeta Esteban de Villegas, 12 – Madrid) para denunciar la situación de precariedad laboral que arrastra la plantilla desde hace años y que continúa agravándose.
Las trabajadoras y trabajadores de Manantial Gestión S.L. recuerdan que desempeñan una labor esencial en el ámbito de la salud mental, un sector que exige formación especializada, acompañamiento constante y un elevado compromiso social. Sin embargo, la realidad de sus condiciones laborales está muy lejos de ese nivel de responsabilidad.

Durante la pandemia de COVID-19, la crisis de Filomena y en situaciones especialmente delicadas para la ciudadanía, estas profesionales estuvieron en primera línea, garantizando la continuidad del apoyo a las personas más vulnerables. Aun así, su dedicación no ha sido correspondida con mejoras en derechos, estabilidad o condiciones económicas.
A esta situación se suma la lógica de los concursos públicos de la Comunidad de Madrid, donde prima la baja económica por encima de la calidad del servicio. Este modelo empuja a las entidades a recortar en lo más básico: los salarios y la estabilidad del personal que sostiene la atención diaria. Las profesionales denuncian que esta carrera a la baja deteriora tanto sus condiciones laborales como la calidad del acompañamiento que reciben las personas usuarias.
Mientras la empresa construye un discurso público de compromiso con la salud mental, internamente —denuncian— se precariza a quienes la hacen posible. Se incumplen convenios, se retrasan pagos, se generan situaciones de ansiedad e incertidumbre y se ignora el valor real del trabajo realizado por la plantilla.

La situación es ya insostenible. No se puede hablar de cuidado y salud mental mientras se mantiene a quienes cuidan en condiciones de desprotección y vulnerabilidad económica.
Por ello, las trabajadoras y trabajadores de Manantial Gestión exigen:
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El fin de la precariedad estructural.
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Transparencia y honestidad en la gestión.
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El reconocimiento económico y profesional que corresponde a una labor esencial.
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Que la Administración deje de primar las ofertas a la baja que degradan el sector y ponen en riesgo la calidad de la atención.
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