Muchas son las finalidades que impulsan una empresa de atención a los ciudadanos como ASISPA, y todas ellas buenas.Llama la atención que la calidez esté entre ellas en estos tiempos en que la frialdad reina en las relaciones personales y profesionales, y es de agradecer, tanto como la calidad en el servicio, la profesionalidad, eficacia, transparencia, integridad o el compromiso, otros de los valores que se pretenden y consiguen en una misión consistente en atender a personas dependientes y vulnerables de nuestra sociedad.
36 años después de su creación en 1980 como una entidad privada sin ánimo de lucro, ASISPA no ha hecho más que crecer hasta llegar a nuestros días en los que atiende a cerca de 80.000 personas al año a través de la labor de más de 4.000 trabajadores de distintos campos, todos dentro de la atención a la dependencia, tales como la ayuda a domicilio, la teleasistencia, personal de residencias, centros de día, atención a personas sin hogar, servicios a domicilio como la fisioterapia, podología, etc., sin olvidarnos del voluntariado, esencial en todo este tipo de servicios sociales y cada vez más arraigado en la conciencia de los españoles.
Merece una atención especial el servicio que ASISPA ofrece a las personas sin hogar. En el año 2015, el centro que gestiona atendió a 136 personas, todas en una situación extrema de deterioro personal, social y sanitario tras vivir durante mucho tiempo en la calle. El centro funciona los 365 días del año, las 24 horas y supone un ejemplo de la labor que desarrollan estas empresas en la atención a los colectivos más desfavorecidos de la sociedad, y es también ejemplo de la colaboración con las instituciones al ser un centro de titularidad pública.
El servicio de ayuda a domicilio supone uno de los ejes de la labor de ASISPA habiendo atendido en el 2015 a más de 21.500 personas en distintos municipios de la Comunidad de Madrid, incluida la capital. Esta ayuda tiene dos vectores importantes, la atención personal que incluye el apoyo en la higiene personal, la toma de medicamentos, ayuda también en la ingestión de alimentos, labores de acompañamiento al paciente en distintas actividades dentro y fuera del hogar, gestión de recetas…, y la atención doméstica, limpieza, cocina, realizar la compra de alimentos para el paciente, organización de ropa, lavado y planchado, así como el mantenimiento de objetos y utensilios de la casa y de uso personal.
Siguiendo con el repaso de acciones y actividades llegamos a los centros de día y viviendas con servicios, otra de las claves, junto con el servicio de residencias de ASISPA. Estos centros de día atienden al año a más de 2.200 personas proporcionando asistencia terapéutica de distintos tipos, terapia, fisioterapia, logopedia, etc, así como servicios de atención de fin de semana, servicio de peluquería, podología y otras actividades de la vida diaria (AVD).
Las viviendas con servicios, dos en concreto, en Barcelona, prestaron servicio durante el 2015 a 135 personas mayores no dependientes, viviendas en donde la atención tiene para ellos una mayor privacidad, autonomía e intimidad.
En cuanto a los centros residenciales, ocho en total, cinco de ellos públicos y tres propios, se atendió en total a 1232 personas con un servicio integral que consta de cuidado personal, alojamiento, comida con atención especial a las necesidades nutricionales de cada uno, aseo, tratamientos de rehabilitación, terapias de distinto tipo, atención psicológica, servicio religioso, peluquería, distintos trámites y gestiones, así como la realización de actividades que fomentan el ocio relaciones sociales y desarrollo sociocultural de las personas atendidas, sin olvidarnos de la imprescindible atención médica y de personal de enfermería.
Pero no acaba aquí la atención que presta ASISPA, ni mucho menos. Entre otros, vamos a destacar el servicio de inserción social, desarrollado en Barcelona, en el que se atendió en el periodo que estamos analizando a casi 4.000 personas sin hogar a las que se prestó atención y tratamiento social. También en la ciudad Condal, se atendieron a casi 500 personas de familias romaníes, un colectivo al que se procura mejorar sus calidades de vida y su inserción social y laboral, así como la escolarización de sus menores y el seguimiento médico y pediátrico, así como la formación laboral de los adultos de este colectivo de origen rumano.
La formación de sus trabajadores, la realización de actividades socioculturales ( excursiones, visitas a museos, realización de talleres de alfabetización, de yoga,… ), la teleasistencia, tan importante para mantener a la atención de nuestros mayores tanto en sus domicilios como de forma móvil,…, constituyen todas ellas, las actividades que nos dan una visualización clara de la importancia de entidades como ASISPA para la vida, sobre todo, de nuestros mayores.
En el futuro más inmediato, un objetivo, crecer al ritmo de las necesidades de una sociedad muy necesitada de este tipo de asistencias. Si bien mientras tanto el próximo 26 de abril vuelve a realizar su jornada anual en favor del mundo de la discapacidad, teniendo esta vez como titulo marco «La Salud Mental en el Siglo XXI»
Víctor Salas