Doce autonomías aún gastan menos en sanidad que antes de la crisis.


La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales ha concluido en su informe trimestral este lunes  que sólo cinco autonomías (Baleares, Navarra, Cantabria, Asturias y País Vasco) han aumentado el gasto sanitario en la etapa 2009-2017. El Sistema Nacional Sanidad, como media, aún destina casi un 10% menos a la sanidad que hace una década.
El derrumbe de inversión y gasto sanitario que produjo la crisis en
España aún tiene consecuencias presupuestarias, como ha recordado esta asociación de profesionales, que compara el gasto de 2017 con el de 2009 y concluye que las comunidades autónomas gastaron el año pasado casi 6.000 millones de euros menos en sanidad de lo que gastaron hace 10 años, lo que supone todavía una reducción del 9,3 por ciento.Han analizado los datos de Hacienda, del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de las propias autonomías, y la asociación presidida por José Manuel Ramírez señala que sólo cinco comunidades (Baleares, Navarra, Cantabria, Asturias y País Vasco) gastaron más el año pasado en comparación con los años previos a los recortes derivados de la crisis. Las otras doce comunidades aún gastan menos en sanidad que entonces, pese a los años de recuperación macroeconómica.Baleares gastó en sanidad el año pasado un 12,3 por ciento más que en
2009, seguida de Navarra que ha invertido un 7.4% más,  mientras que Cataluña invirtió un 27,5% por ciento menos, seguida de Castilla la Mancha que también invirtió otro 14,7 % menos.

Cuadro comparativo de gasto año 2009 y 2017. (diseño diariomedico.com)

Baleares sería la que, comparando ambos años, más habría aumentado su gasto sanitario, por encima del 12 por ciento, mientras que Cataluña lo habría disminuido más de un 27 por ciento. La disminución en Aragón Castilla-La Mancha supera también el 10 por ciento. La media nacional estaría en una pérdida de gasto sanitario del 9,3 por ciento.

La asociación recuerda el clásico desequilibro de inversión sanitaria entre autonomías, apuntando al gasto sanitario por habitante y al porcentaje del total de gasto que se destina a la sanidad. Así, entre lo que destinan País Vasco o Navarra a gasto sanitario per cápita y lo que destinan Andalucía y Madrid hay una diferencia de más de 500 millones, mientras que entre el porcentaje que dedican a la sanidad autonomías como Asturias y Castilla y León, y lo que destinan Navarra y Cataluña, hay más de 10 puntos porcentuales de diferencia.

El gasto sanitario se va recuperando, pero poco a poco y sin alcanzar todavía los niveles precrisis. Según los presupuestos para 2018, todas las comunidades aumentan sus presupuestos sanitarios en comparación con los del año pasado, con un crecimiento medio cercano al 5 por ciento.

Tal y como informó el diariomedico.com la sanidad española arrastra un recorte acumulado en la última década equivalente a haber cerrado durante 5 años todos los centros de salud o haber dejado sin pagar a todo el personal sanitario durante dos años completos. La sanidad remonta… pero al nivel de hace una década.

 
Los directores y gerentes de servicios sociales lamentan una falta de recuperación del gasto social en España: “En 2013 se registró el nivel más bajo en cuanto a gasto en servicios esenciales, con algo menos de 100.000 millones de euros (99.978). Desde esa fecha y hasta 2017, se ha recuperado paulatinamente, registrando un incremento del 8,6 por ciento, hasta alcanzar 108.596 millones de euros. No obstante, dicho esfuerzo es todavía insuficiente para alcanzar los niveles en el inicio de la crisis, en concreto 8.255 millones de euros menos que en 2009”.
Ramirez señala que «se perfila un gasto en deuda creciente hasta 2014, una drástica reducción del resto de políticas de gasto y una severa contención del gasto social». Este dibujo, añaden, es «el que se repite en la totalidad de los territorios, si bien hay algunos en los que el recorte del gasto social fue más drástico que en otras al igual que la recuperación del mismo no está teniendo el mismo ritmo».

Sala de urgencias llena.
Foto Brais Lorenzo (EFE)

En cualquier caso, destacan que el gasto en servicios sociales es el único que ha recuperado el nivel previo a los recortes, con un incremento del 4,6 por ciento en el gasto por habitante en 2017 con respecto a 2009.

Este aumento lo atribuyen a «la atención a la dependencia, que se encontraba en pleno despliegue en 2009, y la necesaria atención a cientos de miles de personas y familias especialmente golpeadas por la crisis, lo que supuso un incremento de gasto en atenciones asistenciales y rentas de inserción». Si bien, señalan que este ha sido, «a todas luces, insuficiente si se atiende a los datos de incremento de la pobreza».

En cuanto a los frenos que impiden recuperar el gasto en políticas sociales, desde la asociación apuntan a «la deuda contraída y sus costes como una de las más indeseables herencias de la crisis». En concreto, precisan que la deuda viva total de las administraciones autonómicas se incrementó entre 2008 y 2017 un 287 por ciento pasando de 74.500 millones de euros a 290.000 millones de euros.Si bien tenemos que recordar que el rescate bancario costó más de 70.000 millones de euros y a buen seguro que ha repercutido en una peor atención a la ciudadanía en general.

Francisco Forte

Vicepresidente Asociación la barandilla.