El Consejo para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) celebra, como no podía ser de otra manera, la necesaria puesta en funcionamiento de la Línea de Atención a la Conducta Suicida con el número 024 como servicio público a mediados del pasado mes de mayo. Sin embargo, echa en falta la participación en su desarrollo y en su gestión actual de alguna de las entidades que ofrecían esta prestación antes de que el Ministerio de Sanidad la pusiera en marcha.

En concreto, son cinco las entidades e instituciones que ya tenían habilitado un número de teléfono para la prevención de las conductas suicidas antes de que la cartera de Carolina Darias pusiera en marcha el 024. Se trata del Teléfono de la Esperanza, el Teléfono Contra el Suicidio de Asociación La Barandilla (asociada a CEDDD), el del Ayuntamiento de Barcelona, el de la Guardia Civil y el de la Policía Nacional. Todos ellos llevan años funcionando, gestionados y atendidos por profesionales en psicología, acumulando una rica experiencia y un vasto conocimiento en lo que a asistencia a personas con conductas suicidas se refiere.

Pese a ello, el Ministerio de Sanidad, abanderado de la puesta en marcha del 024, ninguna de estas entidades e instituciones ha sido consultada o propuesta a la hora de adjudicar la gestión del servicio público, que de una manera cuanto menos poco transparente ha caído en manos de Cruz Roja. Una entidad cuya labor social no es discutible ni cuestionable, pero que sí se podía haber contado con la suma de todos los esfuerzos y especialmente de aquellas entidades antes mencionadas y especialistas de la salud mental se refiere.

A este respecto, CEDDD quiere enfatizar que su asociada La Barandilla trabaja por la salud mental desde su fundación en el año 2016 y que es la pionera en España en implementar un teléfono contra el suicidio con el número 911 385 385, servicio atendido por profesionales de la salud mental que entró en funcionamiento en las primeras semanas del año 2018. Por ello, no podemos dejar de preguntarnos porqué ni La Barandilla ni el resto de las organizaciones con experiencia en atención a conductas suicidas fueron consultadas durante el diseño y desarrollo del servicio 024.

Asimismo, y ante la poca transparencia con la que se ha adjudicado la atención la gestión y prestación de este, cabe interpelar a la administración por el número de personas y los perfiles que están asistiendo a los usuarios del 024, para tener la certeza de que se trata en todos los casos de profesionales de la salud mental y de que hay los puestos suficientes para atender la demanda del servicio, especialmente alta tras la pandemia.

El suicidio es una lacra que solo en el año 2020 se cobró casi 4.000 vidas, a una media de 11 diarios. No obstante, según los datos de Asociación La Barandilla, 220 personas intentan quitarse la vida cada día.

Comprometido y concienciado con la Salud Mental en todas sus áreas de trabajo, y así lo demuestra el gran número de entidades que trabajan en este ámbito integradas en la plataforma, el CEDDD forma parte de las voces que venían reclamando un plan nacional para la prevención del suicidio. Ante la estrategia anunciada por el Gobierno y la puesta en marcha del 024, el Consejo insta además a las administraciones que el compromiso con la Salud Mental no se quede en meras intenciones y tenga la dotación económica y profesional suficiente para reducir el número de muertes por suicidio.