El cuidado a las personas mayores es uno de los principales proyectos de Clece, ya que esta compañía gestiona residencias de ancianos y también presta servicios de ayuda a domicilio y teleasistencia. Estos últimos han sido de especial importancia para los más 120.000 usuarios atendidos, ya que durante estos meses muchos usuarios han permanecido aislados y estos servicios suponen, además de una ayuda, compañía para las personas.

Son servicios que mejoran la calidad de vida de las personas mayores y también sirven para combatir la soledad. En un evento celebrado recientemente para analizar el trabajo realizado durante los meses más extremos de la pandemia, Elena Antón, auxiliar sociosanitaria, comentó durante el evento que con el servicio de ayuda a domicilio “garantizamos su bienestar, hacemos las tareas domésticas y todos los cuidados que necesiten”, pero también pasan con ellos su tiempo de ocio para “que sean felices y no se sientan solos, que quizá es lo más importante para las personas mayores”.

Durante la emergencia sanitaria, para reducir los contactos entre usuarios y auxiliares, se han reforzado otros servicios como el seguimiento telefónico, sobre todo “a gente que vive sola o que necesita más apoyo en este momento, para que no se sintieran solos. Que vean que hay alguien de confianza que está con ellos”, afirmaba Alberto Cuesta, miembro de la Unidad Móvil del Servicio de Teleasistencia de Clece.

Por otro lado, durante el evento se ha querido incidir en el excelente trabajo realizado en las 92 residencias de ancianos en las que Clece presta servicio, ya que el 80% de estos centros han estado libres de virus durante todo el estado de alarma. Decisiones como la restricción de las visitas, el aislamiento de los residentes y nuevas medidas de desinfección aplicadas al inicio de la emergencia sanitaria han servido para prevenir los contagios.

Por suerte, este aislamiento ha sido más llevadero gracias a que se ha mantenido un contacto estrecho entre los familiares y los residentes. Silvia Ramón, directora de la residencia Gerohotel, en Valladolid, contaba que había “contacto telefónico diariamente y hacíamos varias videollamadas al día. También hacíamos vídeos y actividades y se lo mandábamos a las familias”.

Con el fin de estar preparados para cualquier nueva incidencia en las residencias que gestiona CLECE y siendo conscientes de ello, y de la problemática que surgiría si se detectara un caso positivo por coronavirus , Clece ha llevado a cabo una enorme inversión para adquirir todo tipo de innovaciones tecnológicas que ayuden a garantizar la seguridad en las residencias.

técnico de Clece trabajando en la desinfección de una residencia con el robot Xenex

Algunas de las medidas más destacadas de limpieza y desinfección que están siendo adoptadas por parte de Clece son el uso de robots, cañones de ozono o el control de todas las superficies. El principal objetivo es detener y evitar la propagación del virus, aprovechando para ello todas las ventajas y beneficios que ofrece la tecnología.

Para llevar a cabo estos servicios y otros gestionados por CLECE, los equipos directivos de esta entidad valoraron que necesitaban garantizarse el servicio diario de mascarillas para los cerca de 80.000 trabajadores durante todo el tiempo que dure el Covid-19 entre nosotros. Con este fin decidieron hacerse con una máquina que pueda producir diariamente 55.000 mascarillas y poder suministrar a tiempo a sus trabajadores este material tan necesario y obligatorio en todas las comunidades autónomas a excepción de Canarias. Este jueves 30 la Comunidad de Madrid también hace obligatorio su uso.

Maquina para producir mascarillas adquirida por CLECE.

Estas mascarillas son quirúrgicas tipo II, cumplen con todas las normativas y cuentan con una capacidad de filtración del 98% y disponen del certificado de conformidad CE.

José Manuel Dolader