Hace apenas unas pocas decenas de años, el Síndrome de Asperger era desconocido para la sociedad. Pero quienes realmente sufría las consecuencias de este desconocimiento eran los afectados, considerados entonces personas insociables debido a la falta de interés que mostraban en sus relaciones personales y laborables.
¿Por qué voy a bajar a tomar café a media mañana?, ¿ Y a mi qué me importan tus problemas? La realidad existente detrás de esta falta de afectividad no era un mal carácter o una falta de educación, la realidad es mucho más sencilla de definir: Síndrome de Asperger, una variedad de autismo que provoca en los afectados una falta de empatía hacia los demás y que les dificulta relacionarse, iniciar y mantener amistades. Tienen dificultad para comprender los estados emocionales propios y de las otras personas, problemas para comprender determinadas situaciones sociales y una ausencia de la tendencia espontánea a compartir intereses, disfrutes y objetivos con otras personas.

Las personas con esta patología se encuentran enmarcadas entre los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) y los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA).

Si bien cada persona con Síndrome de Asperger es un mundo diferente, tras estas décadas de investigación y seguimiento se puede afirmar que con un un tratamiento integral de la persona diagnosticada y de su familia, pueden en la mayoría de los casos integrarse plenamente en la sociedad.

Un síndrome que se ha calificado como enfermedad mental y donde muchos afectados no tienen disminuida su inteligencia, sin embargo la falta de dinamismo de las asociaciones y federaciones de familiares con enfermedad mental ha hecho que los representantes de las entidades del síndrome de Asperger en algunas comunidades como Madrid se sientan más vinculados con la federación de personas con discapacidad psíquica (Plena Inclusión).

Esta independencia ha permitido un dinamismo en los últimos años que está acercando el conocimiento de este Síndrome a la sociedad y a las instituciones publicas.

Este viernes, 27 de noviembre, la Asociación Asperger Madrid realizó el evento “Tírate el rollo” digno de ser copiado e imitado por otras entidades.

Con el fin de dar a conocer las habilidades sociales y laborales de estas personas se realizó un desayuno entre empresarios, profesionales y entidades interesadas en conocer personalmente a estos jóvenes en el Real Club Café del Estadio Santiago Bernabéu donde el cocinero Juan Carlos Blanco enseñó a cocinar distintos platos confeccionados a la vez por todos los asistentes. Esto permitió tener cada joven con Asperger frente a él un directivo con el fin de poder interactuar y conocerse de una forma más coloquial y directa en esta peculiar y original forma de dar visibilidad a estos jóvenes con “características diferentes” en el mercado laboral.