El desánimo de las noticias de abril no hace mella en nuestro lema que volvimos a recordar en nuestra entrada: “informar, formar para concienciar, hasta eliminar la lacra de la violencia de la faz del planeta”.

Pese a nuestro altruista trabajo, hemos tenido que contabilizar cinco nuevas mujeres asesinadas en abril, lo que alcanza hasta once las que van desde principio de 2018. A ello hay que sumar el dolor y los traumas colaterales de los hijos huérfanos, las familias en duelo y cuantos otros daños nos deja la violencia, sea cual sea su nombre.

Como contraste quisimos recordar la labor de cuantos ayudan a realzar a la mujer, a ayudarla y promover su igualdad en todos los ámbitos. Por eso recordamos que el sábado 28, es el día internacional de la “prevención de riesgos laborales”, leyendo un comunicado que también subimos a nuestra red, abogando por la dignidad de los trabajos, en particular de los realizados por las mujeres y reclamando que se elimine el “techo de cristal” que existe tanto en la igualdad de salarios, como en lo indigno de exigir a una mujer, por el hecho de serlo, esfuerzos superiores a los hombres.

Recordamos la carrera por la mujer, ya en su decimoquinta edición, organizada por el ayuntamiento madrileño que espera convocar a treinta mil corredoras el próximo día 6 de mayo. Sí, ese que comercialmente llaman el “Día de la madre”, no para homenajearla, sino para incitarnos a comprar y regalarles cualquier bote de crema de alguna marca famosa en el vídeo más visto en estos días.

Antes de que se nos acabara el tiempo, hoy si trajimos a nuestra onda otra “mujer emblemática”, que como otras tantas la historia olvidó, u ocultó tras de la fama del hombre que amó y tuvo por esposo. Es el caso de “la leona de Castilla”, apodo este que acompañó al de “la última comunera”. Sí, acaso no oyeron hablar de María Pacheco. Mujer culta, hecho inusual a principios del Siglo XVI, que acompañó e incitó a su marido, el famoso Juan Padilla, aquel de los tres comuneros que nuestro Emperador Carlos V mandara decapitar en Villalar (hoy Villalar de los comuneros). Pero si escuchan nuestro programa sabrán también que María Pacheco lo sobrevivió, le sustituyó como capitana de armas en Toledo y resistió con los últimos Comuneros hasta más de un año después de las decapitaciones de Villalar.

Recomendándole que nos escuchen para conocer más cosas de Doña María Pacheco y cuantas otras cosas hemos hablado de la lacra de la Violencia de Género, nos despedimos en esta nota.

María Teresa Pedraza y Francisco Forte.