La localidad de San Roque en Cádiz siente orgullo de los numerosos héroes y heroínas que, de manera callada, están contribuyendo a vencer al virus de la covid-19 y, también, están garantizando que la población de todos los núcleos del municipio pueda seguir haciendo una vida relativamente normal. Por ello, desde el Ayuntamiento se ha puesto en marcha la campaña “Gracias a nuestros héroes”, donde podemos ver en la portada cómo el Ayuntamiento de San Roque está orgulloso del trabajo que realizan los empleados de una residencia municipal gestionada por el Grupo CLECE.

Uno de los sectores que más está sufriendo esta pandemia es el sector de las residencias en España. A pesar de la magnífica labor que está realizando la inmensa mayoría de los trabajadores en todo el país, las autoridades han decidido mirar hacia otro lado ante la campaña de acoso que están recibiendo. Este sector se siente maltratado por las propias instituciones que conocen cómo durante décadas estos centros de mayores están ayudando a tener una vida digna a las personas que por sí solas no pueden valerse o que las propias familias no pueden hacerse cargo de sus mayores. Es habitual ver en distintos medios titulares como este: «Los fondos buitres se hacen con el sector de las residencias en España», cuando los fondos de inversión sólo son titulares del 12% de las 385.000 plazas.

También podemos leer cómo se culpa a las residencias gestionadas por entidades privadas por las muertes del Covid-19 en estos centros, cuando el pasado martes 19 en una reunión de la CEDDD (Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia) Cinta Pascual, presidenta de la patronal de atención a las personas CEAPS, señaló que las incidencias de los fallecimientos en residencias privadas no ha sido superior a los fallecidos en residencias públicas.

Una profesional de Médicos Sin Fronteras ayudando a los trabajadores de una residencia en Soria a usar correctamente los equipos de protección individual (EPI)

Algunos políticos han hablado de las muertes en residencias “sin conocimiento”.

Si lugar a dudas una de las intervenciones políticas más desafortunadas durante esta pandemia fue la Ministra de Defensa Margarita Robles cuando señaló el 23 de marzo que el ejército estaba encontrado muertos en las residencias. Lamentablemente la Ministra no dijo que las residencias no podían sacar a las personas mayores de sus centros por dos motivos: en primer lugar es necesario que el familiar o el responsable de la tutela autorice la salida de una persona fallecida y en segundo lugar las funerarias no atendían las peticiones de llevarse a las personas fallecidas ante la avalancha de muertos en todo el país, de hecho en Madrid se tuvieron que abrir dos tanatorios, uno en el Palacio del Hielo y otro en Valdebebas. Si la Ministra hubiera ido a cualquier hospital habría comprobado que en la mayoría de ellos se triplicaban en sus velatorios las personas fallecidas.

Afortunadamente para los niños y los jóvenes, esta pandemia apenas les afecta, estando concentrado el 86,3% de los fallecidos entre las personas mayores de 70 años. En España la media de edad en las residencias es de 82 años, teniendo el 60% una dependencia severa o total y tres cuartas partes utilizan psicofármacos.

Es importante resaltar que durante el pico más grande de fallecidos y personas hospitalizadas en las UCI en muchos hospitales había instrucciones de no recibir a personas mayores procedentes de residencias. Una sola muerte por negligencia es importante que sea investigada y que alguien pague las consecuencias, pero lo que no es de recibo es que los responsables de servicios sociales de las distintas comunidades autónomas y del gobierno de la nación no salgan a defender a un colectivo humano y empresarial que durante años ha estado realizando un magnífico trabajo, estando en la mayoría de las ocasiones por delante de las propias autoridades en el cuidado de sus pacientes y partiendo siempre de que las residencias de personas mayores no son instalaciones hospitalarias con recursos médicos, ni humanos ni a nivel de infraestructuras para atender a enfermos de covid-19.

A las residencias se les han dejado sin apoyos ni instrucciones

En la residencia geriátrica San Agustín en Logroño el sábado 7 de marzo ya era necesaria la entrada con mascarilla y guantes, estando permitida la visita de un solo familiar por residente, mientras en nuestro país todavía no había ninguna instrucción para detener una pandemia que estaba infectando a miles de personas por todo el país.

Y en la localidad de Caspe, en Zaragoza, en la residencia de ancianos nuestra Señora la Mayor se les realizará a los trabajadores los test para ver si tienen el Covid-19 este lunes 25 de mayo.

Una voz entre decenas de miles de grandes trabajadores. «Historias de la residencia»

Miriam Tudela, psicóloga.

Dicen que estoy sería… Que sonriendo, con mi sonrisa sincera, con los labios, con los ojos…soy más yo…

Pero ésta, también soy yo…

Yo, cansada .
Yo, triste .
Yo, con horas de sueño .
Yo, después de unos días duros de trabajo .
Yo, con mucho ruido en la cabeza .
Yo, sin ver a mis amigas desde hace meses .
Yo, sin un vermut en la terraza .
Yo sin pádel .

Aunque la cosa se ha estabilizado por el momento, en unos días volverán a repetirse los test y con él las agotadoras e interminables mudanzas, pero al menos ellas, comenzarán a salir, yo podré hacer mis talleres y juntas, podremos sentarnos a tomar el Sol mientras cantamos y bailamos canciones de su época.

Esto es lo bueno si…

Pero lo que no me acostumbro es a las pérdidas. Y hoy, lloré, habíamos perdido muchas señoras durante este tiempo, pero es inevitable vincular más con unas que con otras y hoy… hoy me costó asumir su partida. Ya en los talleres me daba mucha vida, quería que la pusiera tarea a toda costa, a pesar de sus temblores la encantaba pintar, hacer cuentas, estar conmigo e así evitar el rosario 😜

Todas las tardes me decía «tienes tarea para mí? Si tu no vienes déjamela que yo lo hago» Cuando se le rompió el audífono, la escribía desde el ordenador y así nos pasamos hablando la tarde, intentando explicarle el virus, que no se puede ir al pueblo y que su madre y su abuela estarían bien… Según ella ya eran muy mayores, debían tener más de 100 años 😂😂😂 Nos tirábamos toda la tarde evitando que se «fuera al pueblo» porque era un culo inquieto, si pestañeabas la tenías en la otra punta…

Te echaré de menos

Miriam Tudela trabaja en la residencia Esclavas Virgen Dolorosa, Manuel Herranz en Pozuelo de Alarcón en Madrid. También es voluntaria en el Teléfono Contra el Suicidio 911 385 385 dedicado a ayudar a personas con ideación suicida y a sus familias.

Hemos empezado con la foto de portada dedicada por el Ayuntamiento de San Roque a los trabajadores de esa ciudad que están luchando y trabajando contra el Covid-19 y tenemos que terminar dando las gracias a ese ayuntamiento por preocuparse por sus trabajadores y por sus ciudadanos. El pasado día 17 hacían público que las 80 empleadas del Servicio de Ayuda a Domicilio, que atienden a más de 200 abuelos, abuelas y dependientes, habían resultado negativos en los test.

Cuanto aprenderían nuestros políticos si realmente se preocuparan por las personas.

José Manuel Dolader