Muchas veces nos encontramos a personas pidiendo en una esquina o en la puerta de un supermercado y si nos dirigen un saludo solemos agachar la cabeza porque no sabemos ni qué decir ni cómo reaccionar.
Son personas. Eso es lo primero que nos enseñan los voluntarios de las distintas entidades que a lo largo de la ciudad de Madrid salen a repartir alimentos y ropa a las casi mil personas que viven en los distintos barrios madrileños.
«En la fotografía de la portada vemos cómo un grupo de personas disfruta de una cena al aire libre en un parque cercano a una de las zonas más empresariales del Paseo de la Castellana». Es real, pero nada idílica, aunque se ha cantado el cumpleaños feliz a la persona que vemos con una bolsa entre Rosa Mª Izquierdo (Hermana Hospitalaria) y Cristobal Valderas (Asociación Corazón y Manos) y ha podido disfrutar de unos momentos emotivos y una cena caliente. Al lado vemos a varias voluntarias de la Asociación Bocatas preparando las cenas calientes para el resto del grupo que como todos los miércoles del año están esperando que lleguen para recibir una cena caliente que les sabe a gloria.
Las voluntarias de la Asociación Bocatas han aprovechado la visita de los socios de Corazón y Manos para explicar lo fácil que es poder llegar a vivir en la calle a pesar de que nadie podemos imaginar que un día nos pueda tocar a nosotros.
Conocen perfectamente la vida de la mayoría de las personas que visitan cada semana, y señalan que si bien es muy importante que puedan cenar caliente y poder mitigar un poco la desgracia de vivir entre cartones o refugiados en algún soportal, muchos de ellos agradecen que alguien se les dirija de forma cordial sabiendo que se preocupa por sus vidas.
Las bolsas de ropa que ha preparado la Asociación Corazón y Manos contenían una manta, camisetas, guantes, calzoncillos, bufandas, un pequeño bolso para guardar sus pertenencias, calcetines, mascarillas, gorras, pantalones de chándal y una chaqueta de lluvia y abrigo, aportada por el Grupo ENVERA, entidad de personas con discapacidad perteneciente a IBERIA, que se ha querido sumar a esta iniciativa en favor de las personas excluidas socialmente.
Es importante la cooperación entre entidades para ayudar a las personas que carecen de un simple interruptor, pues no tienen una habitación con una mesa o un grifo para cerrar el agua del lavadero.