Daniela es una jovencita de 12 años feliz y acostumbrada a vivir sin chuches, zumos o las terribles verduras que tantos niños odian. Está acostumbrada a ver cómo los demás niños se toman helados en verano o una palmera de chocolate en los recreos, sin embargo todavía no se ha hecho a la idea de que no puede ir como otros niños a comer a un restaurante tranquilamente.

En España se calcula que la enfermedad que sufre Daniela afecta de 1 a 9 de cada 100.000 personas que por un error congénito de la enzima involucrada en el metabolismo de la fructosa, causado por la deficiencia de la Aldolasa B, les convierte en intolerantes además de a la fructosa a muchos edulcorantes de los productos sin azúcar.

logo de la Asociación Intolerancia Hereditaria a la Fructosa AAIHF sacada del Facebook que tiene esta asociación.

Sonia Marcos que ha acompañado a su hija a nuestros estudios, ha solicitado una mayor concienciación a la sociedad en general de esta enfermedad, ya que sería muy necesario que en las etiquetas de los alimentos se obligara, por ejemplo, a poner el nombre de los edulcorantes ya que estas personas no pueden tomar sorbitol, maltitol….pero no aparecen en la mayoría de las etiquetas. También reclaman en la asociación que han creado las familias para conocer mejor esta enfermedad, que se revisen los listados que dan los médicos en los hospitales, pues existen distintas listas y la mayoría de ellas son al menos de los años 80.

Para conocer mejor esta enfermedad podemos visitar la web de esta asociación.

Podemos escuchar estas y otras reclamaciones que han realizado Sonia y su hija Daniela en nuestro programa «Madre coraje» en este enlace: