Algunas administraciones autonómicas como la Comunidad de Madrid, realizan licitaciones donde la prioridad es la bajada de precios en las licitaciones. Algo habitual también en la administración central, pero cuando jugamos con la vida de las personas, tal vez se tendría que penar a los responsables de la concesión de concursos como el adjudicado a la residencia Fundación Reina Sofía de Alzheimer, ya que la dejadez de la Asociación Edad Dorada Mensajeros de la Paz ha obligado a las familias a manifestarse este pasado 3 de junio en la puerta de esta gran residencia.

 

El actor y director Tristán Ulloa que tiene un familiar en esta residencia ha señalado: «Nos hemos concentrado un grupo de familiares hartos de la dejación absoluta hacia nuestros mayores. Ellos no pueden defenderse, son enfermos de Alzheimer». También ha indicado que esta residencia la gestionaba CLECE desde el año 2007, pero cuando sacó el nuevo concurso de adjudicación la Comunidad de Madrid en el año 2020 esta empresa no se presentó al igual que otras empresas del sector debido a que era un precio insuficiente para gestionar una residencia con con unas características muy especiales, ya que necesitan más cuidados los usuarios con Alzheimer que usuarios de otras residencias que no tienen un deterioro tan grave.

 

Tristán Ulloa leyendo el manifiesto ante el resto de familiares

 

Esta residencia tiene varias denuncias en magistratura de trabajo, ya que desde que empezó a gestionar la Asociación Edad Dorada, han ido eliminando puestos de trabajo y deteriorando el servicio a los usuarios. En septiembre del año 2021, CCOO realizó la primera denuncia ante la inspección de trabajo por sobrecarga de trabajo. En la actualidad hay 160 trabajadores, cuando CLECE tenía 206.

 

¿QUIÉN ES EL CULPABLE DE ESTE DETERIORO?

 

Está claro que la empresa adjudicataria tiene mucha responsabilidad por el maltrato a los trabajadores y la dejadez y deterioro del trato a los pacientes, pero la Comunidad de Madrid es el primer responsable al conocer que adjudicaba una licitación por debajo del precio mínimo para gestionar una residencia de estas características. ¿Le da igual el trato que reciben las personas mayores con Alzheimer?

 

Cuando se anunció esta manifestación desde la Consejería de Familias, Juventud y Política Social se indicó que se cumplen los ratios y que se realizaban inspecciones, algo que desmienten desde el Comité de Empresa, ya que si se realizara una inspección real, sabrían del deterioro de los servicios como pueden comprobar con las distintas denuncias en magistratura de trabajo.

 

Un grupo de familiares y usuarios denunciando el deterioro de los servicios.

 

Ante este grave problema de imagen y de alboroto social, la empresa adjudicataria presentó la renuncia del contrato, pero la administración madrileña la ha rechazado y se ha comprometido a ayudar a normalizar esta grave situación por la que atraviesa el mayor centro de Alzheimer de España.

 

¿CÓMO PIENSA LA COMUNIDAD DE MADRID RESOLVER ESTE CAOS? 

 

Lo normal sería realizar una nuevo concurso público con la seriedad y el respeto hacia los usuarios de este centro, al contrario que ocurrió con el concurso del año 2020. Pero la Comunidad de Madrid, no reconoce la gravedad de la situación por la que están atravesando los trabajadores y los usuarios,  y va a tomar una decisión injusta.

 

Va a aportar más dinero de los madrileños a esta residencia para no reconocer su nefasta gestión con las empresas que rechazaron presentarse a este concurso por la bajada de precios, mientras los usuarios están pagando con su salud la mala praxis de la administración.

 

Se ha jugado con la salud de las personas peligrosamente. ¿Alguien va a pedir perdón por estas graves negligencias?


José Manuel Dolader