Este 2 de diciembre, día anterior a la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, un grupo de ciegos pertenecientes a la Asociación PUEDO de la ONCE, apoyados por la Plataforma por la accesibilidad de Madrid y la Plataforma democrática de la diversidad funcional, PDDF, se han manifestado en las puertas de la Dirección General de la Discapacidad en la Calle Alcalá nº37 en Madrid.

Estos ciegos críticos con la gestión de la propia ONCE gritaban consignas como «Sin accesibilidad no hay libertad» o «A cumplir la ley no les obligan y a quien denuncia le castigan«.

En el primer caso se refieren a la falta de accesibilidad que tiene el tren de cercanías de Recoletos que después de una millonaria inversión que ha durado meses, se ha abierto de nuevo este mes de noviembre sin ser accesible. Inocencio Rial señala que no es de recibo que en pleno siglo XXI cierren esta línea durante 5 meses y cuando la vuelven a abrir siga sin ser accesible.

Un grupo de personas ciegas con sus bastones y perros guía se han concentrado en la puerta de la D.G. de la Discapacidad.

Inocencio señalaba que la parada del tren de cercanías Recoletos es el centro de la discapacidad en Madrid, ya que a un lado del Paseo de la Castellana está, en la Calle Prim, la delegación territorial de la ONCE y al otro lado en la Calle Recoletos se encuentra la sede nacional del CERMI, y sin embargo a pesar de las decenas de sillas de ruedas que transitan a diario estas dos sedes, la línea de RENFE sigue sin ser accesible.

La otra consigna donde hablan del «castigo a quien denuncia», lo realizan en apoyo a sus compañeros ciegos de la Asociación Catalana por la Integración del Ciego, ACIC, que recientemente ha sido condenada en costas de 4.000 € por denunciar la falta de accesibilidad a la web de RENFE, cuando la ley  obliga a este empresa a tener accesibilidad para que las personas con baja visión o ciegas puedan comprar sus billetes a través de la web.

Adjuntamos este enlace a un vídeo grabado por los propios manifestantes:

Ahora a esperar que sus reivindicaciones sean oídas por las autoridades correspondientes.
José Manuel Dolader