Carlota es una niña de un año y cuatro meses que pesa 8 Kg, y lleva desde principios del pasado mes de abril en el Hospital de la Paz de Madrid. Sus padres, María y José están a su lado esperando un corazoncito ya que Carlota está muy malita y solo un milagro (el corazón de otra persona pequeñita) puede salvarla.
Hoy he mirado mi carné de ALCER donde indica que soy donante de órganos. No recuerdo cuándo me lo hice, pero por lo menos hace 30 años y soy feliz sabiendo que cuando muera, si alguien mira mi cartera o le preguntan a mi familia, podrá servir mi cuerpo para ayudar a otras vidas.
Me encantaría que mis amigos tuvieran el mismo carné y saber que somos cada día más solidarios. Sin embargo, hoy desearía que ninguno de ustedes tuviera que donar el corazón de su ser querido y pequeñito porque nadie se merece ver morir a un hijo, además de que tampoco estamos preparados para ello.Tal vez si esta nota se leyera mucho, alguien le podrá decir a un amigo a pesar del drama por el que estuviera pasando ¿y si el corazón de tu niño/a sirve para dar la vida a una niña?. ¿Hemos pensado lo feliz que sería ese amigo cuando dentro de unos años piense que el corazón de su niño/a está latiendo dentro de Carlota?
María y José Vicente están todo el día pendiente del teléfono esperando que les llamen o escriban desde el Centro Nacional de Trasplantes y les digan que tienen un donante.
Ser donante no cuesta nada y a cambio podemos dar la vida a Carlota y a María y José Vicente que están muriendo un poquito con ella.
¡ DONAR SALVA VIDAS!
José Manuel Dolader
Radio labarandilla.org