Las personas con un problema mental grave, son el colectivo que sufre la mayor marginación laboral dentro del colectivo de personas con discapacidad.
El 85.7 % de las personas afectadas por trastornos mentales con grado de reconocimiento de discapacidad en España, no tiene un trabajo, según puso de manifiesto Feafes Empleo, en su IV Congreso, celebrado en febrero del 2018.
Recientemente el Instituto Nacional de Estadística ha señalado que tasa de empleo de las personas con problemas de salud mental disminuyó 0,4 puntos hasta el 17,6% en 2018, destacando en su informe anual la baja participación del colectivo de la discapacidad en el mercado laboral y que desciende el empleo.
Tengo que señalar que una gran parte de las distintas patologías mentales graves llegan a las personas en su juventud o al comienzo de su carrera profesional, con lo que supone que van a tener pensiones bajas de por vida en el mejor de los casos, pero en el peor y muy frecuente una casi inexistente vida laboral y ausencia de vida profesional por abandono de los estudios.
En la portada vemos a Robi y Oscar de la Asociación TÚ DECIDES en la manifestación anual que se celebra desde hace 5 años en Madrid coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Salud Mental y que ambos asisten todos los años.
Resulta muy difícil hablar de todas las realidades que supone padecer un trastorno mental grave a la hora de desenvolverse social y laboralmente, pero voy a explicar tres casos de personas a las que conozco personalmente y que les afecta en su recuperación emocional y psíquica el poder tener una ocupación laboral, de diferentes maneras al tener cada una de estas personas diferentes motivaciones, valores, circunstancias etc.
Conchi, es una amiga desde hace años y es una gran luchadora por los derechos de las personas diagnosticadas como ella con un problema de salud mental grave (Trastorno Limite de la Personalidad). Es socia de la Asociación la barandilla y una excelente persona, pero al tener una edad cercana a los 60 se encontraba con los problemas propios de una pensión no contributiva a causa de su enfermedad, baja autoestima, falta de amigos ya que sus prestaciones económicas no le permitían salir de forma habitual con otras personas, consumo de alcohol en ocasiones que no ayudaban a su estabilidad emocional etc.
Tras la búsqueda durante años de un trabajo, llego su oportunidad y se aferro a ella. Sabía que, si aguantaba el madrugar y dejaba de lado sus problemas, este trabajo le iba a traer nuevos amigos, y sobre todo una pensión decente para poder vivir con un poco de tranquilidad. Hoy lleva tres años en su trabajo, y a pesar de trabajar en el turno de noche, es una persona mucho más feliz que durante su largo peregrinaje durante años en busca de una oportunidad laboral estable.
Refiero su experiencia personal y circunstancia, no generalizable necesariamente, pues en el caso de los trastornos mentales graves no se trataría de » dejar a un lado los problemas » para sobreadaptarse a costa de la propia salud ya muy mermada en estos casos poniéndolas más en riesgo por ejemplo con turnos rotatorios o nocturnos.
José Luis, es mi sobrino al cual he querido y paseado desde niño. Un día la falta de estabilidad emocional y dejar su medicación para tratar su esquizofrenia paranoide, le hizo cometer un delito por el cual estuvo cinco años en prisión. Pocas personas confiábamos en una recuperación tan efectiva como la que ha tenido este joven cuarentón después de estar cinco años en la cárcel de Zuera (Zaragoza), pero el amor de sus padres y el apoyo del resto de la familia ha hecho que la apuesta por integrarse laboralmente en el negocio familiar, le haya convertido en una persona muy estabilizada emocionalmente, ya que tiene una meta en su vida como el resto de los ciudadanos. El trabajo es fundamental para su integración social, si estuviera todo el día en casa, viendo la televisión o paseando o vete a saber que……en estos momentos sus problemas de salud mental serian más visibles y probablemente la felicidad que tiene y que tienen sus padres se vería menguada al ver la inactividad de un hijo tan querido como el otro que no posee ningún problema de salud mental. Además, sabe que sus aportaciones a la seguridad social le supondrán tener una pensión en el futuro mucho más aceptable que la que tendría si no trabajara.
Enrique, un buen amigo que nos acompaña a todas las manifestaciones y actos que organizamos desde el colectivo Salud Mental al Congreso y socio de la Asociación AMAI-TLP. Enrique padece Trastorno Límite de Personalidad y otros trastornos comorbidos de personalidad , trastornos del apego y de la vinculación y Trastorno de Identidad Disociativo como consecuencia de haber sufrido de niño abusos sexuales crónicos por parte de un vecino. Enrique lleva 25 años en terapia semanal luchando por sanar sus graves heridas emocionales y psíquicas. Como parte de su terapia consiguió estudiar y terminar la Licenciatura de Psicología. Pero su caos interior le impide continuar con un plan de vida coherente.
Antes de su primera terapia psicológica seria estuvo diez años sin amigos ni trabajo, una FP abandonada, graves conflictos familiares, y una nula atención psicosocial rehabilitadora.
Su vida laboral es escasa, caótica y llena de abandonos. Enrique en su último trabajo, en plena crisis económica y después de unos últimos tres años de Moobing , tuvo que irse debido a la sobrecarga, el ambiente toxico y la falta de protección por parte de sus jefes. Su equilibrio psíquico corrió serio peligro y estuvo al límite de una fatalidad. Después de aquello aún NO a superado el miedo a los entornos laborales. Tampoco supo que podía haber pedido la incapacidad laboral. Tiene 54 años. Y un largo historial clínico.
Afortunadamente vive con su madre (ya mayor) y una pensión suya por discapacidad de 390 € (que recibe desde hace solo tres años) la dedica íntegramente a costearse sus dos psicólogos (su caso clínico es complejo y la terapia larga). Muy centrado en sanar sus vínculos con sus dos hermanos ( única familia, cuando su madre no esté ).
Su abuela materna se suicidó con 55 años. Teme seguir su misma suerte. Esta desencantado. Le gustaría que los problemas graves de salud mental tuvieran la misma empatía que los físicos. Ninguna empresa esperaría que un ciego trabajara de camionero pidiéndola fuerza de voluntad para que viera la carretera. Los sistemas nerviosos de las personas con trastorno mental grave son invisibles pero están alterados, su caos psicológico y su inestabilidad y dolor emocional NO se ven. O no se quieren ver.
Enrique consiguió que en el 1 de mayo del año 2016 Ángel Gabilondo y Pedro Sanchez se sumaran a la campaña «Míranos con otros ojos, queremos quitarnos la máscara» en favor de dedicar un año a la salud mental en España, promovida por el Colectiva Salud Mental al Congreso. ( https://www.facebook.com/2016SaluMentalE/ )
Enrique es una excelente persona y le salva su amor a la psicología, el arte y la huida de los vicios. Estoy minimamente tranquilo por su situación, pero necesita una media jornada compatible con su prestación de 390 € actual, para cuando no esté su madre y tenga que vivir solo.
Desde la Asociación la barandilla estamos promoviendo el proyecto «Sonríe a la diversidad funcional» con la campaña 12 meses, 12 sonrisas. Este mes de enero está dedicado a la Depresión coincidiendo con la celebración el próximo 13 de enero del Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión.
https://politicalocal.es/71727/12-meses-12-sonrisas/
El mes de octubre estará dedicada esta campaña a la Salud Mental y a promover «El derecho a trabajar de las personas con problemas de salud mental«.
Sin trabajo es difícil integrarse socialmente y más complicado realizar actividades con amigos como viajar, o tener un plan de vida etc. Es necesario dar a conocer y difundir la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad (ESPECIALMENTE EN LO QUE SE REFIERE A LAS OLVIDADAS PERSONAS CON TRASTORNO MENTAL GRAVE) que España firmó y ratificó y que desde 2008 está en vigor.
José Manuel Dolader