El centro de Educación Especial Juan XXIII dedicado a la educación de niños y jóvenes con discapacidad amaneció el pasado lunes 23 con graves pintadas en contra de las personas que están estudiando en ese colegio. La dirección lo puso en conocimiento inmediatamente de la Policía y del Ayuntamiento de la localidad (Fuenlabrada) que rápidamente procedieron a limpiar las pintadas.
Cuatro días después seguimos sin ningún tipo de información sobre los posibles «impresentables» que decidieron hacer una gamberrada sin precedentes.
Frases como «Minusválidos de mierda» o «Todos a la cámara de gas» que junto a otras pintadas, se apreciaban símbolos de extrema derecha como cruces celtas o la esvástica. A su vez, aparecen otros mensajes ofensivos como «Tontos», «Mongolos» y «Retrasados»
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Tengo la suerte de tener de compañero en la radio a Amadeo Arribas, quien tiene una discapacidad intelectual a causa de una parálisis cerebral. Cuando le pregunté por su opinión sobre estas pintadas, él me dijo «el que lo haya hecho le podía pasar a él y seguro que lo pensaría otra vez mejor antes de escribirlo«. Me dijo que seguro que el que lo ha escrito no piensa detenidamente lo que ha puesto, pero seguro que es un animal («energúmeno», me dijo tras pensarlo, porque es muy educado) para escribir eso.
Comprendí que se sentía ofendido y que le parecía muy grave esos insultos en pleno siglo XXI.
Para escribir algo coherente llamé en primer lugar a la policía municipal, donde no me facilitaron ninguna información y me desviaron al gabinete de prensa. Mi primer sorpresa fue el comprobar cómo en dicho gabinete se niegan a facilitar las fotos (cuando están en muchas redes sociales) y tratan de quitarle importancia diciendo que si se habla de estos temas fomentamos que otros hagan lo mismo.
Posteriormente hablé con responsables del colegio y me dieron a entender que pueden ser unos gamberros conocedores de que no hay cámaras de seguridad en las instalaciones o que tal vez ha sido la gente de extrema derecha que se manifestó en Madrid el fin de semana y al pasar por delante decidieron hacer su macabra «gracia, algo que también sostienen determinados medios de comunicación.
Es conocida la actitud que tuvo la diputada de PODEMOS de la Asamblea de Madrid Cecilia Salazar, que tras conocer los hechos se puso a difundir la información en su propio Facebook mostrándose muy preocupada por estos terribles insultos. Con la esperanza de que me diera fuerzas para escribir esta nota la llamé el miércoles al mediodía y mi grata sorpresa fue que ella piensa que estos hechos se tienen que difundir y dar a conocer a la sociedad, ya que no pueden pasar desapercibidos por la gravedad de los mismos. Ella piensa que si lo han hecho con conocimiento significa que no podemos permitir que los derechos más elementales de las personas se vulneren mediante acciones tan discriminatorias y que tienen que tener el castigo apropiado. Y si las pintadas proceden de unos gamberros, la preocupación es la misma, ya que entonces tenemos una sociedad enferma que se tiene que curar sin contemplaciones.
Le pregunté por qué ha sido la única política que se ha tomado esto en serio y me respondió que ha sido docente hasta el día que tomó posesión de su acta de diputada y por ello es consciente que la educación siempre es fundamental.
Yo personalmente creo que es bueno que se hable de estos temas independientemente de cual sea el motivo de la pintada. En todo caso, de esos individuos, alguno tal vez se arrepienta de lo que ha hecho y confiese su culpa, y si por el contrario lo han hecho a sabiendas y creyendo lo que escriben, tal vez tengan ahora la duda alguno de ellos de que estos comentarios no se pueden permitir y hay que perseguir a los culpables. Si difundimos la noticia igual alguien los vio por la zona y lo denuncia al 091.
Seremos el primer medio que saque la cara de estos impresentables si con un poco de suerte los ciudadanos de Fuenlabrada colaboran con la policía.
José Manuel Dolader