Agustin González, un español con 52 años diagnosticado con esquizofrenia, cogió un vuelo a Lima el 10 de enero de 2019 sin comunicárselo a su familia, su pista se perdió en Lima en dos ocasiones. 

En Abril del año 2019 acudió pidiendo ayuda al consulado español en Lima, sorprendentemente el consulado le llevó a un albergue municipal donde sufrió robo y agresiones físicas.

Meses y meses desaparecido deambulando por las calles de lima y viviendo de la mendicidad le ocasionaron a Agustín un deterioro físico brutal debido a la falta de toma de su medicación y vivir en la calle en un país con tanta pobreza.

El pasado 15 de Noviembre su hermana Rafaela se puso en contacto con la Asociación SOSDESAPARECIDOS.

Esta asociación genera al día siguiente el cartel de búsqueda internacional. Transcurridos 2 días, el 18 de Noviembre, SOSDESAPARECIDOS recibe varias imágenes del señor Tiori José Álvarez, un joven venezolano residente en Lima que había encontrado a Agustín hurgando en los cubos de basura en busca de alimentos, y al preocuparse dicho joven por este indigente le indica que es español y le da su nombre. Pronto este joven, al ver en internet que Agustin era buscado, se pone en contacto con SOSDESAPARECIDOS. Podemos ver en la fotografía de portada a Agustin y a Tiori.

 

Agustin ha perdido en estos dos años cerca de 30 kilos.

A partir de ese momento la vida empieza a cambiar para Agustín ya que este joven le procura alimentos, le afeita y se convierte en su benefactor pues carecía de documentación y dinero porque le habían robado en varias ocasiones.

En este enlace podemos ver donde vivía Agustín en Lima:

https://youtu.be/pcv8FaUdvJw

Una lucha titánica de Joaquin Amils, presidente de SOSDESAPARECIDOS contra el Consulado Español en Lima que pretendía que Agustin realizara todos los trámites de búsqueda de su documentación a pesar de que apenas balbuceaba, hizo que intervinieran altas estancias de la iglesia en Lima para ayudar a que Joaquin fuera tratado en un hospital y recibiera la ayuda necesaria para repatriarle y pasar la Navidad en su casa. 

Agustin salió de Lima el martes 22 de diciembre a las 19.30 horas y después de hacer escala en Madrid el miércoles 23 a las 13.15h ya que el Consulado Español había previsto que cogiera  otro vuelo a Málaga donde le estaba esperando su familia, el presidente de SOSDESAPARECIDOS Joaquin Amills y la presidenta de AFESOL Salud Mental Conchi Cuevas que iba a gestionar su traslado a un hospital, Agustín no llegó.

“Cuando hemos visto que no salía se nos ha caído el alma a los pies, no dábamos crédito y la Guardia Civil, que se ha portado de 10 con nosotros, ha empezado a llamar a Madrid para ver qué había pasado”, señala Joaquin Amills. Efectivamente, tras visionar las imágenes de las cámaras de seguridad, han visto a Agustín salir del avión junto al resto de pasajeros en dirección a la salida. Y ya no se sabe nada más de él. “Esto ha sido un desastre. Avisé 20 veces a los del consulado de que alguien estuviera pendiente de él, es un enfermo mental y no se da cuenta de lo que hace”, explica Amills muy enfadado con el desenlace de la larga historia. En teoría, alguien del consulado de España en Lima (Perú) iba a hacerse cargo del malagueño y tenía solicitada asistencia de silla de ruedas, que son los pasajeros que salen los últimos de todo. Sin embargo, la familia cree que, como nadie le dijo nada (y si se lo dijeron, él no es capaz de retener nada), Agustín se levantó de su asiento como el resto de pasajeros y salió por la puerta.

Mientras que estas navidades en España la mayoría hemos estado con nuestra familia más cercana, una persona con un trastorno mental grave que necesitaba del apoyo de nuestras autoridades la han perdido en el aeropuerto de Madrid y puede estar en cualquier cuneta o calle de Madrid volviendo a vivir como el indigente que era en Lima. 

Nuestro consulado no ha tratado como a una persona con todos sus derechos a nuestro compatriota o simplemente vieron a un «Loco» durante esos dos años en Lima y se lo han querido quitar de encima ante la presión de SOSDESAPARECIDOS. ¿ Es de esperar que alguien dimita por la falta de sensibilidad de nuestros representantes en Lima? 

Si, tenemos que afirmar enérgicamente, pero seguro que no va a responder la sociedad ante esta negligencia como se merecían esos funcionarios,  y simplemente recibirán una pequeña reprimenda desde Exteriores. 

Ahora las entidades de la salud mental que defienden y representan a las personas como Agustin González espero que se movilicen para que no siga siendo el colectivo de las personas con trastorno mental el más marginado del mundo de la discapacidad como hasta ahora en España. 

José Manuel Dolader