La Comunidad de Madrid cuenta con una plantilla de 159.684 empleados públicos, de los que el 89,1% se encuentra trabajando de manera efectiva.
Un solo funcionario puede ser capaz de tirar por tierra todo el trabajo de sus compañeros con su sentido del desprecio por los derechos humanos y el respeto a las personas con trastornos mentales. ¿Ignorancia o mala fe?
En el área de Servicios Sociales, en su departamento de Rutas Culturales para Personas Mayores podemos leer en el punto 3 de ¿Quién puede participar? :
3.- No padecer trastornos mentales o conductuales que puedan alterar la normal convivencia del grupo.
¿Alguien se imagina que hubieran puesto «No pueden viajar las personas ciegas que puedan alterar el ritmo del resto de los viajeros»?.
¿Qué piden desde este departamento, si entre los derechos de los ciudadanos en España está el secreto de la enfermedad que sufren las personas?
¿El carnet de loco?
¿O dejan unas horas sentados a los posibles usuarios solos en un cuarto para conocer el grado de irritabilidad?
La duda del funcionario que ha escrito este absurdo escrito es ¿Ignorancia o mala fe?
La ONCE, el CERMI, el Defensor del Pueblo y otras instituciones habrían llenado de notas de prensa y denuncias a esta sección de la Comunidad de Madrid si hubieran hablado probablemente de otro colectivo de personas con algún tipo de discapacidad.
Podemos leer esta oferta de viajes en el siguiente enlace, después de llevar casi un mes este aberrante escrito:
Desde el Facebook Colectivo Salud Mental al Congreso
( https://www.facebook.com/2016SaluMentalE ) y desde la Asociación la Barandilla emprendieron una campaña de comunicación el pasado 8 de abril para pedir a la Comunidad de Madrid que elimine esta aberrante discriminación, enviando la información a las principales entidades del mundo de la salud mental y de la discapacidad.
¿Será capaz de rectificar la Comunidad de Madrid o les da igual discriminar a las personas con problemas de salud mental?
José Manuel Dolader
Coordinador Colectivo Salud Mental al Congreso.