El próximo viernes 8 de enero comenzaremos a repartir las bolsas con ropa y productos de alimentación que hemos recaudado con el mercadillo solidario que organizamos desde la Asociación la barandilla en favor de las personas sin techo de Madrid.
Vamos a recorrer el centro de Madrid y los barrios de Chamartín, Tetuán y Vallecas para llevar un poco de alegría a las personas sin techo que viven en estas zonas de la capital de España con bolsas como las que tenemos en la portada de esta noticia y que estamos preparando durante estas fiestas.
Este mercadillo solidario ha permitido concienciar a muchas personas de la solidaridad que tenemos que tener con aquellos que no tienen nada y viven con una manta como techo. También  nos ha permitido ir a medios de comunicación a explicar esta campaña en favor de las personas sin techo y dar a conocer las actividades de la Asociación la barandilla.
Voluntarias de la Asociación la barandilla ordenando los productos que vamos a repartir.
Esta acción solidaria no sería posible sin las personas amigas que han querido acompañarnos y comprar los productos donados por empresas solidarias.
Hemos contado con la visita de grandes amigos como Miguel Ángel y Vega que son personas que colaboran con el proyecto de la Asociación la barandilla del TELÉFONO CONTRA EL SUICIDIO y la Hermana Rosa de la Orden de San Juan de Dios, una de las entidades que van a ayudar en la repartición de las bolsas en favor de las personas sin techo.
Miguel Ángel, Vega, Rosa y Mari Carmen. 
Podemos ver a varias empresas solidarias con el mercadillo.
 
 
 Además de repartir entre las personas sin techo en varios lugares de Madrid también estamos preparando otras bolsas para llevar en enero a la Iglesia de San Antón que está abierta las 24 horas y donde duermen decenas de personas sin techo en esta iglesia ubicada en la calle Fuencarral en Madrid.
Bolsas preparadas para llevar a la Iglesia de San Antón. 
Gracias amigos empresarios y amigos solidarios por ayudarnos a llevar una pequeña alegría a personas que tienen el cielo por techo.
José Manuel Dolader