Ayer martes 4 de junio salía de prisión Fernando Blanco, condenado a cinco años de cárcel por estafa continuada por utilizar la enfermedad de su hija Nadia para obtener donaciones de terceros.

Me imagino que este señor ha sido el modelo que han seguido una trama de mafiosos y delincuentes personajes que han decidido reírse de las víctimas del cáncer y crear una red para estafar a empresas y personas que creyeron la sarta de mentiras que contaban a través de llamadas de teléfono para que depositaran dinero en las cuentas de La Liga Nacional contra el Cáncer Infantil (Linceci)

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Las oficinas de Linceci en Zaragoza, situadas en la calle de Carlos Marx, fueron registradas la semana pasada por la Policía Nacional.

Para llevar a cabo esta estafa superior a 5 millones de euros, esta supuesta entidad benéfica puso en marcha un call center donde cerca de 40 personas se dedicaban a llamar por teléfono en busca de víctimas por toda España que donaran dinero para jóvenes con cáncer en España y en hospitales y casas de acogida en Perú. También montaron un negocio de ventas de productos en beneficio también de víctimas del cáncer.

Una vez contactaban telefónicamente, les enviaban material de factoría propia: lápices con semillas en la parte superior, sacos térmicos para aliviar dolores, servilletas de colores, bolsas ecológicas con azucarados y bellísimos mensaje que rezaban «lléname de sonrisas». Pedían a todo aquel que entrevistaban que se uniese a ellos para regalar amor y tratamientos de quimioterapia por todo el mundo. Y también felicidad, claro.Todo por y para los niños con cáncer. Hasta que la Policía destapó que los billetes no iban a parar precisamente a hospitales de Perú, como ellos sostenían.

Ver noticia de RTVE

http://www.rtve.es/m/alacarta/videos/telediario/desarticulan-organizacion-dedicada-captar-fondos-supuestamente-para-ninos-cancer/5256280/?media=tve

El dinero de estas donaciones se lo repartían el cabecilla de esta trama Roberto Pérez Rodríguez y sus compañeros. Poseían un apartamento en la playa, un chalet en la montaña, un piso en Zaragoza, las cuentas bancarias repletas y diez coches de lujo, entre ellos varios de alta gama: un BMW, un Jaguar y un Jeep. El propio Roberto conducía a diario un lujoso BMW. Su familia, un Toyota Corolla. Ambos se habían pagado con fondos procedentes de las donaciones para supuestamente curar el cáncer.

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Sede de LINCECI de la pagina web en Madrid donde solo pasan a recoger la correspondencia sin que atienda nadie a quien va a visitarles.

La sede de LINCECI según la web de esta trama mafiosa está en Madrid en la Calle Gran Vía 40, 5ª planta. En esta sede el portero de la finca informa que apenas visita una señorita esta sede, teniendo más de 20 cartas sin recoger nadie. Las oficinas permanecen con el cartel de LINCECI pero no hay nadie en la sede.

En la web de esta entidad  http://linceci.org.es/  (ayer martes fue eliminada de internet) venía información de todas las actividades benéficas que realizaban donde aparecían las donaciones a hospitales en Perú .

web de Lincenci antes de ser borrada donde aparecía la dirección de Madrid.

En la web ya desaparecida de linceci venían noticias de donaciones y cuando pinchabas el enlace del Hospital IREN SUR (en verde en la imagen) aparecía información del año 2013,cuando ni tan siquiera funcionaba esta trama mafiosa.

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En otro enlace donde hablaban de donaciones te llevaba su enlace a este hospital con noticias también del año 2013

Pero con el fin de que tuvieran cobertura para tanta mentira y estafa, en España recorrían algunos hospitales para donar cochecitos como el que vemos en portada.

Afortunadamente desde el pasado viernes, 4 de los cabecillas duermen y viven en la cárcel de Zuera en Zaragoza. Desde luego nada que ver con el nivel de vida de estos impresentables donde según indican en el periódico La Vanguardia el cabecilla Roberto Pérez cobraba mensualmente 20.000 € y su mujer otros 5.000€ por su trabajo en administración.

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Roberto Pérez en una fotografía reciente (Periódico El Español)

Confiamos que estos sinvergüenzas pasen muchos años en la cárcel, pues son muchas las entidades que trabajamos sin recursos y en nada beneficia al mundo de la solidaridad y el voluntariado estos personajes de películas mafiosas.